Pero hay una oscuridad que obnubila la mente. Nos vuelve ciegos.
A veces algunos hombres tapan sus falencias con ego.
Algunos, no dejan que la luz les llegue, que la luz traspase de su interior o hacia el. La luz del desprendimiento material.
Le echan ego encima a cualquier hueco de su ser. Tal vez ven estos huecos, oscuros, vacíos y no como túneles de luz. Sino sólo de oscuridad.
Desuso.
Tal vez es más fácil hechar cual tierra, ego, a reconocer la profundidad del abismo oscuro. Tal vez no es más que ausencia de luz y no sea abismal en lo absoluto.
La mediocridad impide la ignorancia.
La ignorancia trae sabiduría.
La humildad, por tanto, es la antecámara de todas las virtudes.
La humildad de reconocer que somos ignorantes y cuestionarlo todo.
Volver a aprender. Con otros ojos.
Regresar al origen.
Maravillarnos.
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