Verte a ti es como mirar a una pared
Estamos frente a frente y la vida se pasa y
tú no te enteras cómo se demuestra un querer
Cómo se sonríe y se transmite el cariño
No siempre todo es imperativo, cuestionable, dictatorial...
Si tienes más experiencia en la vida que yo, por qué no te enteras que estamos
Aquí y ahora.
Que cuando te miro echada en el colchón y palabras brotan de tu boca más nada de tus ojos. Tal vez estás acostumbrado a la nada.
Tal vez nunca aprendiste a amar. Tal vez tu cerebro es distinto.
No lo sé, solo veo que pasan los días, las horas
Las oportunidades para sonreír, para conocerme, para conocerte
Quisiera conocerte tanto que si Dios te lleva primero
Quisiera saber que te conocí, saber que te quise y te lo demostré
Que sujeté tu mano cálida por suficiente tiempo
Que sujeté tu mano cálida recientemente
Que recuerdo cómo era
Hace tiempo te escribí. Sentía que si no lo hacía y algo te pasaba no iba a poder vivir sin entender.
Me contaste tu historia. La entendí. Comprendí cuánto todo tiene un entendimiento. De ese entendimiento la compasión. Aprendí a vivir con ello. Con la explicación de tu ausentismo emocional.
Todo bien.
Con el tiempo fastidia. Porque es increíble que no reacciones como yo quiero.
Es mi problema? Lo ignoro. Avanzo.
Avanzo y me convierto en ti.
Mientas me convierto en un ser silente y actuó como el trauma que tienes en no ser afectivo, mi cerebro sucumbe. Yo no soy así. Mi cerebro se oscurece. Mi corazón se apaga. Mis pensamientos y creatividad amorosa mueren.
Me olvido todo a corto plazo. No estoy acá. Trato de ignorar tanto tu ausencia afectiva que vivo ignorando mis acciones más recientes.
Bueno y el estrés.
Avanzo con mis cosas, claro. Son mi ticket para irme de aqui.
Alejarme de la ironía de tenernos aún con vida pero malgastando el tiempo en un intercambio seco de palabras y cuestionamientos de indicaciones.
Cuan ciego estás. Y cuan abiertos mis ojos.
Qué Paradigma de Dios juntarnos.
Te amo, pero tu con los ojos cerrados.