Me pregunto cómo están tus manos, cómo están tus labios, como está tu corazón, cómo está tu espíritu, en qué piensa tu mente?
Cómo están tus pies?
Los míos te extrañan y sólo hoy tal vez también los extrañas.
Cómo estás posicionado en tu cama?
Tu cara contra la almohada?
Tus ojos cerrados, tus párpados fruncidos?
O están tus ojos entreabiertos con el destello de una lagrima, que no sale, que no nace.
Que se estanca como analogía nuestra.
Cómo estás esta noche que piensas en mí? Que pienso en ti.
Nos recuerdo, tú abrazándome en tu cama, era hermoso, éramos.
Recuerdo tu pelo alborotado mientras te parabas a acompañarme para retirarme, mas nunca te veías mal, siempre guapo.
Mi principe, mi príncipe confiado, mi príncipe...