Esteban

Tal vez debí tenerte paciencia
Escuchar tus palabras. Pero eras tan complicado. Complicado me gustabas. Porque pensaba que así ya eras distinto a todo. A todos.
Chocamos.
Digamos que al irte,
al transitar por mi vida
dejaste una estela
y ésta, se volvió el mar,
yo.

Tan inmensa hoy
Tan mesurada
Tal vez tan como querías
Más racional

Me analizo y me doy cuenta que soy correcta, actúo como he aprendido, como me ha enseñado Jesus. He modificado mi conducta y tengo un aguante que no te imaginas.
Me cuesta tanto haberte perdido que hoy prefiero ceder a volver a perder a alguien por mi ímpetu.

Sin embargo, hoy tengo una regla tan rígida y tan alta que tal vez hago a otros lo que tú hiciste conmigo al final.
Soy inalcanzable.
Tal vez porque el único que quiero que me alcance, eres tú.
O no sé si al único que quiero alcanzar yo seas tú.

Es una batalla perdida.
No te respondí
Porque no había qué responder
Tú me quieres lejos
Porque vives con tu decisión de alejarte de mí, esa que tomaste hace 5 años.
Siempre eras tan determinado, tan consistente con tu integridad. Vives con tus decisiones cueste lo que cueste.

Esa firmeza es difícil de encontrar.
Creo que me he vuelto tú, en parte.
Ya no sé si me amaste, pero eras difícil. Eres, tal vez. Siempre hubieron nudos entre nosotros.
¿ Como se puede pelear con la misma fuerza con la que me cargabas y girábamos ? Príncipe y princesa, agua y aceite buscando vivir en el
horizonte permanente.

Cuando escribo tu nombre salen nuestras fotos. Año Nuevo, restaurante costa verde. Todo sitio al que fuimos, hoy no existe. El universo me habla. Pero veo nuestras sonrisas, cuán feliz era. Cuán completa me sentía a tu lado. Si supieras que hoy no me atrevo a pronunciar algo así. La última vez que dije te amo, te quiero mucho, eres importante para mí fue contigo. No me sale. Son palabras que albergan la envergadura de mi alma, mi consonancia, mi vida y lo que quiero para ella. Cualquiera no puede entrar ahí. Nadie lo ha vuelto a hacer. Después de ti, confío pero con un pie en el freno. Como debimos ser, en lugar de chocarnos, juzgarnos y arrancarnos la piel hasta desfigurarnos. A pesar de haber corrido aboyándonos fue el mejor viaje de mi vida con un narcisista que amó a una borderline y ésta a él.

En el fondo merecíamos lo que no
nos dimos: confianza.
Nuestro amor era tan puro ... debió durar para siempre.

Quiero navegar el barco que soy
Pero siempre vuelvo a la costa
Hallo excusas para volver a la
Orilla.
Olvidé las velas, la soga, dejar la carga.
Y cuando lo hago corro al faro a buscar si tú vuelves.

Ya no vivo en el faro.
Pero sigo yendo a él, solo por si un día mi luz ciega ilumina tu nada o me encuentro a alguien de camino a el y nos vamos a otra costa sin faros ni barcos.